miércoles, 18 de julio de 2012

Antropología Cultural y Social - Peter Conrad



Peter Conrad: Sobre la medicalización de la anormalidad y el control social. 


Ideas generales

En el texto se establece la idea de que los comportamientos que son anormales a una sociedad, tienen soluciones  médicas. El autor se centra en la medicalización del comportamiento anormal. Dicho comportamiento es tomado como una enfermedad, dada esa circunstancia entra en juego la intervención médica como forma de control social. La intervención médica actuará para aislar, regular o eliminar el comportamiento anormal utilizando métodos médicos (obviamente) y «en nombre de la salud». Con el pasar del tiempo, los comportamientos anormales pasaron de ser Maldad a ser Enfermedad.

¿Qué son el morbo y la enfermedad?
Desde el sentido común: El morbo es aquello que puede entrar en el cuerpo y causar daño, es un proceso destructivo del organismo con causas y enfermedades. Por otra parte, la enfermedad, es la condición de estar afectado por un morbo.
La enfermedad vista desde un concepto positivista es la presencia de un morbo que impide el buen funcionamiento del/ de los órgano/s. Lo malo de esta concepción es que limita a la enfermedad al mal funcionamiento de los órganos. Es importante señalar la «enfermedad mental» para dar cuenta de que en muchos casos, dichas enfermedades no responder a causas orgánicas por lo tanto, no concuerdan con la definición.
Otros dicen que el morbo y la enfermedad pueden estudiarse por separado, tomando al morbo como un estado fisiológico y a la enfermedad como un estado social que se presume causado por un morbo. El hecho de que se estudie por separado, con dos especialistas en cada tema, da la posibilidad de que haya morbo sin enfermedades y viceversa.
La posición relativista, dice que una enfermedad o un morbo es una condición o entidad sólo si es reconocida y definida por la cultura. A la posición relativista se la critica por minimizar  la naturaleza orgánica-fisiológica de la enfermedad.
La enfermedad, tanto como los morbos son construcciones sociales que existen en tanto una cultura lo defina y reconozca de dicha manera. Sin una significación social los tumores, los virus, etc, no constituyen una enfermedad. De lo dicho, se podría sacar la siguiente conclusión: Utilizamos fenómenos bio-fisiológicos para etiquetar a las enfermedades o morbos. Y si estos fenómenos sin significación social no constituyen enfermedades o morbos.
Las enfermedades son construcciones sociales que se basan en conceptos culturales, los tratamientos de las enfermedades no pueden ser separados de los juicios sociales. Según Parsons la enfermedad es concebida como una anormalidad debido a la amenaza para la estabilidad de una sociedad.

El rol del enfermo y sus cuatro componentes 
1- A la persona enferma se la exime de la responsabilidades normales, en la medida necesaria para que se «ponga bien»
2- No se la juzga responsable de su condición de enfermo y no se espera que la recuperación sea a fuerza de voluntad.
3- La persona debe reconocer su estado de enfermedad
4- El enfermo, debe buscar y cooperar con el tratamiento dado por un profesional (por lo general médico)
ENTIÉNDANSE 1-2 COMO EXENCIONES Y 3-4 COMO OBLIGACIONES
En el rol del enfermo está implícita la idea de que la medicina es una institución de control social.

La medicalización de la anormalidad El comportamiento anormal ha sido clasificado como pecado, debilidad moral, crimen y enfermedad. En la sociedad moderna, hay un prestigio y reconocimiento elevado de la jurisdicción médica. Dicho prestigio y reconocimiento fue dado por el éxito que tuvo de controlar enfermedades, la reglamentación de la enseñanza, la visión científica del mundo y la presión de grupos de poder tales como la AMA (American Medical Assosiation). Actualmente, la medicina es el principal agente restitutorio de nuestra sociedad.
Se conceptualiza a la enfermedad en un marco médico. La salud pública y la psiquiatría han funcionado como agentes de control. Debido a esto, gran parte de lo que anteriormente era considerado maldad, ahora es enfermedad.
Con la medicalización ha cambiado la responsabilidad de la anormalidad. El paradigma freudiano que reino en la década de 1920, tuvo un impacto importante en la distribución del estigma y la incidencia penal.
Un comportamiento es considerado socialmente anormal cuando es un problema que necesita un «remedio» de algún sector de la sociedad. Al igual que la enfermedad, estos comportamientos son construcciones sociales y para ser reconocidos como tales tienen que ser definidos y reconocidos como anormales por la sociedad, además tiene que ser visto como un problema por algunos miembros de la sociedad.
Cuando formas tradicionales son consideradas ineficientes o inaceptables, generalmente aparecen los controles médicos para sustituir estos modelos, con el objetivo de controlar y minimizar los trastornos que una anormalidad causa a una sociedad. La religión fue un agente de control social, luego lo fue el estado por más de cuatro siglos y actualmente, la medicina se está convirtiendo en una fuente de control social muy poderoso.
En el caso de la hiperactividad, hubo prácticas que se consideraron inaceptables y hasta irracionales, tales como la expulsión del niño hiperactivo del colegio y la inmediata inserción laboral. Al ser inaceptable, se busca otro modelo nuevo para ejercer el control social. Los niños siempre causaron disturbios en el colegio, lo que cambió es la forma de abordar el problema.
Para medicalizar la anormalidad es necesaria una forma médica de control social. El control médico, no puede sustituir ni complementar las formas tradicionales de control social. Para que haya un control médico, un factor necesario es la existencia de datos orgánicos ambiguos sobre la fuente del problema. La psico-cirugía tiene méritos potenciales sin riesgos excesivos.
La medicalización afecta a la sociedad y viceversa. De hecho las compañías farmacéuticas, son una de las mayores promotoras de la medicalización. Se da el ejemplo del Valium que en la década de 1970, vendió más de 59.500.000 de unidades.

Des-medicalización La Homosexualidad estuvo medicalizada hasta el año 1973 cuando se estableció que no se debía considerar a la Homosexualidad no debía considerarse más de dicha manera. Básicamente, el concepto de des-medicalización, establece que algo que antes se considera enfermedad, con el correr del tiempo se dejó de considerar de esa manera.
Las definiciones de anormalidad de la medicina liberan de responsabilidad el comportamiento del individuo.

Otros efectos de la medicalización1- Una expansión de la jurisdicción de la medicina. Dicha expansión se ve fomentada por las industrias farmacéuticas.
2- La medicina influida por el orden moral de la sociedad.
3- Profesionalización de problemas humanos y sociales delegando los mismos en expertos. De aquí se sigue la hegemonía del discurso médico.
4- Utilización de métodos poderosos para tratar el comportamiento anormal. Dichos métodos sirven de apoyo al statu quo de la sociedad.
5- «Individualización» de las dificultades humanas. Minimiza o ignora la naturaleza social del comportamiento humano.

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